Esencia
Dublin - Madrid (fin de trayecto) Hoy hemos amanecido en Dublín, y nos acostamos en casa. Fin del tercer acto. Las últimas escenas de la representación han discurrido con normalidad y sin incidentes. Tranquilidad en la organización de equipajes (son unos cuantos ya en estas tres semanas), tiempos holgados hasta la hora en que el taxi nos recogía, y por tanto paz en el paseo de despedida de la ciudad y la comida. Durante el paseo, un pequeño mural (en la valla de un solar esperando la tramitacion de la licencia de obras) para recordar algunos episodios realmente horribles de este país: los relacionados con el maltrato infantil cuyas víctimas provenían del abandono, muchos desde el nacimiento, y con los abusos sexuales. Un grito en medio del silencio y, según denuncia el propio mural, la permisividad hacia los autores, los que lo albergaron en sus organizaciones o los que simplemente lo conocieron, sin hacer nada. Esto sí es un plato fuerte para los “minutos de la basura”, ¿no o...