Un poco de calma

Spanish Point - Galway

Tras una buena tunda durante varios días, va siendo conveniente un poco de calma si no queremos una sublevación en toda regla. Así es que hoy tocaba viaje a Galway, donde nos alojamos en un apartamento y repetiremos noche, lo que nos da más margen para ir a un ritmo suave, como si estuviéramos de vacaciones... y además poner lavadoras (eso sí que nos hace falta).

Las novedades han empezado con una autopista!!! 🤪 (Uy, que no soy Lola). Una paz cuando por fin dejas de usar el espejo retrovisor izquierdo para podar todo tipo de matorrales; y de marchar 3 kilómetros detrás de un tractor del ancho de Lebron James, en tractor; y 30 detrás de un autobús, mientras te preguntas si el conductor no estará más cómodo sin la caravana que está formando tras de sí, como para plantearse echarse a un lado 30 segundos y transformar el rojo en verde de media irlanda en el modo tráfico de Google maps con su gesto? Vamos, que pisar autopista ha sido un alivio.

Al llegar a Galway había que hacer tiempo hasta poder entrar al apartamento, así que hemos ido a pasear por las cuatro calles (William St., Shop St. -¿que habrá en ella?-, High St. -que original- y Quay St.), que consecutivamente forman una sola, muy bulliciosa, de restaurantes, cafés, comercios, músicos callejeros y gente a paladas. Pero ha sido un paseo muy agradable con el sol en la cara, hasta que la calle desemboca prácticamente en el río donde pescaban los famosos salmones de la zona, que bajaba con un caudal potente y cristalino, y seguro que muy frío.

De vuelta a Quay St. una buena comida que ha incluido Ostras de la bahía de Galway, bastante buenas, salmón y cordero, en sitio con mucho encanto, de esos locales tradicionales donde las plantas y entre plantas se suceden hasta el inframundo, y la madera oscura (el tinte de la cerveza derramada durante décadas ayuda) es ya prácticamente roca.

Tras la comida, por fin a tomar posesión del alojamiento, y tarde muuuy tranquila, de hacer entre la nada y la logística, pero que gusto... Tan poco hemos hecho, que el click de la cámara de fotos suponía un esfuerzo titánico. Hoy a ciegas.

Nos vemos.


Comentarios